Si te observo no lo harás conmigo.
Para qué me miras? porque razón ojos? por qué razón pupilas? si balbuceo entre constelaciones mirando sin mirar...

sábado, 16 de julio de 2011

Ella, que todo lo tuvo - Angela Becerra

Sí, el ser humano necesitaba de las frustraciones y negaciones para encumbar el amor. ¡Ahhh!, pero qué maravilloso era cuando, después del dolor, llegaba aquella sensación de muerte y vida en la saliva del beso de la amada. Quizá era esa humedad tan ajena la que alargaba la vida; allí se diluía el sinsentido de los días, el fracaso y absurda erudición. Llevaba a circular la sangre por rincones dormidos donde la insensibilidad yacía apoltronada como una okupa usurera. Obligaba con dulzura a que las células gritaran de gozo.
{Fragmento - Cap No. 20}

Viajaba por su mundo invisible, adentrándose su espeso laberinto de suposiciones y falsas esperanzas. Basculando entre la fatal incertidumbre de volver a morir sabiéndolos definitivamente muertos o la hipotética posibilidad de encontrarlos vivos. La llamada le había despertado aquella horrible imagen que de forma intermitente le llegaba en la sempiterna pesadilla de las madrugadas: Marco y Chiara convertidos en dos estrafalarios muñecos de cera, rellenos de serrín y mal cosidos.
{Fragmento - Cap No. 21}

Llevaba atragantados los llantos jamás derramadas. Desde el instante mismo en que cruzó el umbral de útero de su madre deslizando su humanidad por aquel tobogán tibio y acuoso que la empujaba a la vida, sus lagrimales habían permanecido secos. A pesar de las órdenes, de las caras expectantes, de la insistencia en forzarla a reaccionar, de sus ojos no había brotado nadie. Ninguna expresión: ni de asombro, ni de disgusto o gusto, ni de alegría. Nada. Solo una angustia estupefacta; aquel lugar estaba seco  y desangelado.Seres extraños, gigantes desorientados blandiendo instrumentos metálicos; manos enguantadas y sucias; la cara de su madre contraída de dolor y cansancio, sus piernas abiertas, su pubis reventado; el laso grueso, blanquecino y venoso con el cual había jugado a agarrarse a la vida: sed y hambre saciadas, calor y amor, seguridad y protección, su vida ahora se exponía a aquel público, unas tenazas afiladas apretando aquel amado cordón..., un corte seco... ¡¡¡NO!!!... ¿Mamá, por qué me has abandonado? ¿Por qué no dices nada? Mamá, no quiero estar aquí. ¡¡¡NO QUIERO!!! ¿No te das cuenta de que esto es horrible? Déjame entrar de nuevo, sumergirme en ti... ¿No me oyes? Por favor, que alguien me ayude, quiero volver a entrar...  Usted, señor, usted, el del bigote... Unas sábanas empapadas en sangre y la expresión desilusionada de un hombre ato, demasiado alto y demasiado triste, que observaba ajeno aquel cuadro morboso: <<¿Otra niña? ¡¡Maldita sea!!...>>
{Fragmento - Cap No. 16}

{16.} finalmente la ilusión anatema dentro se hizo oscuridad trizando los deseos  en partículas de sinsabor, sumiendo así mi mente en el vacío...en el vacío que directos  dirigía hacia la nada incertidumbre que  serié indolente  para mi desde que olvide el tiempo que ha pasado. Desde que olvidos los tiempos... Como si acaso, no hubiese visto sus ojos el día que de cerca me hablaba con todo el entusiasmo que enmarcaba la presencia tangible   queriendo así  escrutar mis pensamientos entre miradas, mientras yo temblaba nerviosa por el miedo a la potencial posibilidad que dibujaba invisible en el aire la palabra a la que más he temido (amor)... fútilmente mis ojos despistados leyeron el sortilegio al cual me negaba, mientras maquinaban aquellas letras en el aire por un tiempo indeterminado, la forma en que aquella voz se hiciera dueño de mi negro corazón que huye a las razones y sentimientos que arraigados hicieran de  mis actos locuras, locuras y locuras... {Éste trozo es un trozo de dolor que derrame cuando lo escribi... por una persona que lastime con mi ausencia. Pues fue por culpa de mi irremisible perdida de memoria...olvido el tiempo y la distancia}